Escritos

lunes, 28 de abril de 2014

Dolores


Conejillo en la trampilla intentando escapar.
Arañas, malmetiendo por todos los rincones existentes, como locomotoras, sonando a regañadientes, oscuras y convalecientes.
Caracolas en la ola de la muerte, promotoras.
Pelos, palos, mancos, manos…
Notar sin sentir tacto, tocar piel muerta, descompuesta, carne de oreja.


¿Qué es el dolor?
Son pulpos sin oxigeno intentando agarrarse a las esquinas de los barcos que se hunden. Son palpitaciones inservibles, inconscientes, carcomiéndote los dientes.
 Palmeras deshilachadas con sabor a azufre, agujas clavadas en las heridas, mal metidas, no entendidas, sumergidas.
Pesadillas en la orilla de los sueños, en la silla atadas, amordazadas con los parpados abiertos, mintiendo a las pupilas.
Termitas devolviendo las entrañas, pieles frías de alabastro, de jade ensangrentado. Serpientes sin saliva ni veneno, ni cornisas, afilados colmillos que se comen a tus hijas.
Eres defectuoso y no hay solución posible, inservible, doloroso prisionero de tus ojos. Frio, humo, articulaciones congeladas, vítores en el aire, flechas incrustadas en las vías, te confías, manzanas descosidas por gusanos putrefactos consumiendo sumisiones, refrescos descorchados.
Cabezas, cuellos, medulas, sarcasmos.



Dolor, rima con amor, con sabor, con olor.
Muerte con fuerte, rima con suerte.
Dolor es sentirse inquieta, querer correr y verse presa, temblar en capas bajas de la tierra, maremotos pasajeros, lagunas y consejeros, comadrejas diseccionadas con cristales en las aletas, chinchetas por muletas.
Ansiedad incauta que se eleva por el pecho, debatiéndose entre el extrarradio o la certera afirmación de la ascensión, impedimentos hubo, champan con aguardiente, morfina entre las sienes.
Constantes desubicadas, aforismos, sublime paraíso.
 Recuerdo malestares mas miles de males son malvados con sus mulas, mulatas multadas, militantes malparadas.
Inyecciones en la espina vertebral, insufrible el pensar números hacia atrás.
Contar al revés, tranquilizarse ante el dolor, verse envuelta entre tus pies.
 Consumida una y otra vez.
Nombres, corresponden a soles, humanoides con melenas, extrapolados de sus mares, iguales en el significado.
Agénciate el tuyo, mortifícate en el paso hacia el futuro, compadécete, asúmete enorgullécete, si es necesario llórate, muérete, serénate.
Sanar procura reposo a las mentes agitadas, llorar anula cifras en los cuellos agrietados, hablar ahoga penas embarradas, contagiadas. 


Despertarte en la noche soñándote despierto pensando en ese hueco que te falta en el pecho.
Palabras no busques a esta sensación, descríbela con un grito, ahogado bajo el agua, mientras ríen en la superficie infectados de caladas.
Posición embrionaria convertida en estigma social, visualiza la palabra, la reina salvará. 
Dormir provoca luces en las sombras conservadas, reasume prótesis, emula manadas de bisontes, palabras raras, aves rapaces, mieles extrañas… pequeñas y grandes y gruesas y gordas y bastas y finas.

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