Escritos

jueves, 28 de enero de 2016

Shark tale

Como
 cuando traes flores a los vivos
y les ves reír y sonreír de desdicha.
Como 
cuando cantas bajo las luces
del día, 
de la noche, 
y notas ojos ajenos intentando absorber tu visión.


Como 
cuando caminas por la calle, 
cabizbaja, 
absorta, 

itinerante en tu camino,
y la brisa de otras mentes 
te apartan el pelo de la cara, 
te agarran por la espalda 
y te invitan desagradablemente a tornar 
tus pupilas ahuecadas.

Como 
cuando comes 
sin saber en que día albergaran los cielos de esas marcas 
en tus brazos. 
Como 
cuando sudas en la noche 
y despiertas con la piel fina.


Esa sensación
ni blanca 
ni oscura, 

Nisiquiera traslúcida,
sino mucho más 
verde,
mucho más 
malva.


Una pintura que podría crear 
cualquier jeroglífico, 
en cualquier habitación, 
de cualquier ventana.


En cualquier edredón.
Pero es solo uno el resultado. 
Solamente ese friso sobrevivió a la carrera de ideas.
Solamente esa palabra salió de tu boca.
Ésa 
y no otra se oyó.
Sólo 
ese nombre tienes. 
Ése y no otro.
Los demás 
pertenecen a otros mundos,
a otras profundidades, 
en donde nadamos 
y nos llamamos todos por maullidos y sonrisas. 
Por miradas.
Por mis alas acabadas.


...
Por eso no me importa la vida, 
ni me importa la muerte. 
Por eso las palabras me parecen ratas en alcantarillas, 
correteando por los pasillos 
y zambulléndose con sus crías 
en las heces de los abogados, 
rectores,
académicos
que no pudieron digerir su salsa.
Agridulce la llamaban. 
Como las disecciones de pulpos y de mantas.




Como 
el llegar tarde a donde quieres ir. 
Aquí y allí,
sin parar
ni llegar
ni venir. 
No es manera superficial ni profunda la que te invita a pasear.


Es presencia desenfrenada, 
irradiante, 
contagiosa, 
nerviosa y operante. 
Es vivir hasta que aguante, 
y acabar, 
como quien friega sin guantes.


martes, 26 de enero de 2016

Vrouw

Me prometí
que solamente escribiría 
de noche,
como esas mujeres
que han visto tanta oscuridad
que solo
visten de negro.
...


Me prometí que jamás tocaria un pescado 
mordido por un anzuelo,
y que
me cuidaria
de las colas muertas 
de las lagartijas.

Me prometí que cada sortija seria de 
obsidiana,
y que,
 cada luna llena,
aullaría
a mis hermanas.


Me sorprendí al ver
 que me comprometí,
a ser 
esa cascada
sobre el mar arado.
A ser,
esa parte de la 
habitación,
a escuchar los ritmos
 y 
como una burbuja 
explotarme 
por las paredes.


Las escuché 
a todas,
llorar por cada perdida,
corriendo 
por las praderas 
de los valles.
Volando
 por las cortinas de sus 
ojos,
tocando cada centímetro 
de aire
que vibraba
en cada respiro,
recibiéndolos 
como recibe la miel
al ámbar,
como trepan
las hormigas por sus 
cáscaras.


Tan expertas 
en quedarse 
atrapadas.
Tan brillantes 
en su piel metalizada.
 ...

Me prometí 
que no comeria
carne de conejo, 
a no ser
que me lo encontrase 
muerto.
Y que rezaría 
por su blanco cuerpo.
.
Que recordaría a mis 
lobas 
en cada bocado, 
y acabarían
siendo 
sus dientes
los alimentados.


Me prometí, 
y me sorprendí
llorando 
llena,
como un sauce,
de tela,
con flores 
de almendra,
en mi 
cadera.

Canela,
orilla 
y
 rama 
de la manera
en que me 
acalla
su cantinela.
.
La luna queda,
desierta y despierta, 
entre
las velas.



Recordé 
a todas las mujeres 
que vivieron con la tierra, 
pero acabaron 
enterradas.
A todas las que taparon sus ojos
 cuando atacaron la aldea.
Y asfixiaron 
sus gritos,

fueron 
perdices,

fueron 
gallos.

 A todas las que llegaron a tientas, 
pero acabaron tirando 
piedras.
...
Soñando 
las tire por la ventana 
y se tornaron 
perlas.


Cuando se muera mi abuelo, 
sabré si fue verdad 
la trompeta,
que toca en su
entierro, 
mientras tanto, 
espera.
Lucha,
por cada gramo de aire que te entra 
en los pulmones.
Siente,
 cada roce y abrazo 
que te 
conecte,



.

.

.
cuando amanezca.





lunes, 25 de enero de 2016

Medusa

La medusa 
se peinaba 
todos esos pelos malos, 
esos 
sapos,
esas luciérnagas del 
dia.



Se enmarañaba los garabatos entre 
las puas, 
los cactus 
lloraban 
por sus meteoritos, 
las llanuras
enviaban tratados de 
rendición.



Sus tentáculos se 
alzaban 
como hacen
 los satélites 
las almas.

Se movían como olas del estanque, 
como el gas y 
la espuma.
Como
espirales.

...

Sus cabellos 
erguidos 
pertenecían a 
otro 


hemisferio.

Unlogic


La
vida 
es 
cruda 
pura 
bella, 


en 
cada 
circulo,
en 
cada 
esfera.
...



O sulfuro de hidrogeno, 
de 
cada piedra 
de cada 
estria.

Perdona que te invada.
Si, 
dije invadir.

Lo hermoso de tu perfume es que ya fue muerto, 
(ya fue muerto).

Me perdonaste cada segundo, 
cada momento, 
cierto.

Yo te dije que 
te 
quiero, 
pero fue la luna.



y si mi vida es un sueño, 
y no hay nadie que lo vea.

Tu
 lo ves.

Y si la mente es 
inquieta… 

sí 

la vida 
es 
incierta.




Pero 
yo
 lo 
vi, 
y te digo gato, 
no sólo las moscas andan circuitos. 
...

Todos 
miramos las 
cuentas.